domingo, 31 de agosto de 2014

LOMO DE CERDO A LA SAL

Lo que era antes costumbre, ya no lo es; en estos tiempos modernos, quienes  debemos conquistar  a una mujer con una buena cena preparada por un mismo,  somos nosotros los hombres, porque  aquel asertivo que decía que a los hombres nos conquistaba por el estómago se invirtió; por supuesto el sentido  o  información que  trasmitimos con este recurso de cortejo es totalmente distinto a lo que en su momento intentaban transmitir las mujeres de tiempos pasados;  hay que recordar que en aquellos tiempo, una mujer se esmeraba en demostrar que era un buena candidata para  convertirse en  una buena  madre y ama de casa; estimuladas  por sus madres especialmente, y en general por la familia, la mujer se daba  a la tarea  de exhibir  todas las esas habilidades y cualidades domésticas, por así llamarlas, para conseguir casarse; eso  se acabó,  y definitivamente, porque para la mujer moderna esta posibilidad es la últimas de la lista,  cómo posibilidad  de vida;   para bien o para mal, vaya a saber uno que,  en lo que menos piensa, es en convertirse en ama de casa, esclavas de criar hijos y atender marido. Bien, y cuál  es  la información que intentamos  trasmitir  los hombres cuando nos arremangamos a preparar algo para nuestras invitadas especiales; yo diría que dos cosa, ninguna con mayor peso que la otra, sino todo lo contrario, nada menos que enviar, primero, el mensaje subliminal de que no somos machista o taaaaan machista, pues demostramos que hacemos algo que, hasta la época de nuestras madres, era tarea exclusivamente femenina, al menos en casa  o en el hogar. No saben ustedes, los que no  han intentado este recurso de cortejo, los efectos positivos que esto causa en la mente femenina; y la segunda y no menos importe información subliminal que proyectamos es la capacidad de ser amables, detallistas y un poco serviles;  yo diría que este es un  rezago de machismo, pero, a qué mujer no le gusta que la atiendan y le hagan que se sientan como una reina? después de complacerlas con una buena cena preparada por usted, regada con un vino tinto, habrá ganado, unos buenos puntos. Entonces, hagámosle pues y empecemos con la  receta de un  plato que hará   las delicias de la más exigente de las mujer; ponga atención pues inútil, que más fácil que esto no hay; vaya al super y compre del mejor lomo de cerdo blanco que encuentre, al menos unos 250 gramos por paciente, sume, si son la conquista y usted 500 gramos, si usted es de los que lleva de a dos, pues hágale nomas a los números; cabeza de ajos y una libra de sal marina GRUESA; lave bien el lomo con agua fría y si lo compro congelado, espere a que esté totalmente descongelado, por tanto no vaya a ser tan animal de ir media hora antes de la cena a comprar el lomo congelado, pilas, cómprelo al menos a medio día para que tenga tiempo de que descongele; hágale una pequeñas hendiduras al lomo, con un punzón de cocina, por allí por donde se le ocurra y por estas introduzca pequeños casquitos de ajo, pequeños no se pase de tamaño porque  la caga, como palillitos más bien gruesos nada más, haga una cama de sal gruesa en la lata o refractaria y sobre allá acueste tiernamente el lomo, coja una copa de vino blanco bien frió y bébasela usted, le matara los nervios y sin estos, mejorara su sazón,  cubra el lomo con el resto de la sal, totalmente cubierto, no deje que se le vea ni un pelo, métalo al horno precalentado a 250 grados y déjelo durante 40 minutos, si su horno es de pedal y no da los 250 grados efectivos , de malas, vaya mirando hasta que la sal con que lo cubrió se haya convertido una costra compacta de un color marro oscurillo, si aun así, desconfía, pinche la carne por un lado donde le haya retirado un poquitín la sal,  el lomo debe sudar un poquito de grasa, estará jugoso y listo así, pero si esa grasa tiene rojo de sangre le falta un poco (horno con radiador de calor arriba y abajo); vamos a suponer equivocadamente que lo hizo bien y el lomo ya está, sáquelo y quítele bien la sal, no vaya a ser tan bruto de   lavarlo para quitarle la sal, porque lo jode sin salvación; una vez hecha esta operación corte el lomo en rodajas de unos 8 milímetros, ,  con un cuchillo eléctrico, para que el corte sea perfecto, (no mida los trozos con una regla, es suficiente que lo haga al ojo), si no tiene cuchillo eléctrico, pues compre uno, no joda, que quiere que le diga; ya tiene la carne lista, le falta la salsa agridulce y  la guarnición, pero estas,  no se la diré si no mañana porque hoy ya me mame de escribir y esto es gratis o sea que si ya llamo a su invitada pensado que le tendría la cena de su vida, jódase y hará mejor en  llamarla otra vez para aplazar la cena para mañana o para cuando a mí me salga de los cojones contarle el resto; ay no vemos; invéntese cualesquier pretexto, no le diga que no sabe toda la receta, porque no la vuelve a ver en su vida, pensara que es usted un inútil. 

Salud

Karlo Zavrosso

Para un buen despertar de domingo.

www.youtube.com/watch?v=jmQ34rFFvAg


Karlinsky Musikovsky

viernes, 29 de agosto de 2014

ASÍ, ES ELLA

Debe ser poco comprensible para quien nunca la ha conocido, no sabe cómo es, no han sentido su presencia o disfrutado de su imponencia, grandeza y majestuosidad, aun cuando mucho hayan escuchado de ella, por eso, voy a intentar a mi manera, describirla, o al menos dar mi  impresión, aun a riesgo de equivocarme frente a la opinión de otros, que podría ser, la conociesen mejor;  para mí, es voluntariosa, llega y se va a su manera, aparece en el momento en que menos la esperas y se marcha cuando menos lo deseas; cuando llega no te da tiempo  de nada, quiere tu atención inmediata, sin dar tregua siquiera para una segunda respiración; te cae en cualquier lugar, incluso en el lugar equivocado o en el  menos  indicado; por  eso mismo, debes acostúmbrate a estar siempre preparado, porque  si no, y no adquieres la costumbre de estarlo, pierdes, pues se te escapa la oportunidad de tenerla un tiempo a tu lado, disfrutar y aprovecharte de sus encantos; debes estar además sin condición,  dispuesto a hacer  lo que ella desea que hagas, en el momento en que lo quiere, de lo contrario, se da la vuelta y sin mírate siquiera, se va, con la tan mala fortuna, que  puede pasar  mucho tiempo antes de volver a  verla sonreír nuevamente a tu lado; es  demasiado sensibles, rencorosa y como si eso fuese poco, es también celosa como la que más; te hace pagar caro el más mínimo descuido; en cambio cuando aprendes a no sorprenderte, a estar listo y disponible para sus caprichos en cada instante que vives, su llegada es dulce, , alegre, apacible y a la vez, enérgica, violenta y estimulante; todo te parece posible y fácil, sigues sus sutiles sugerencias y todo va tomando forma como ni siquiera en el mejor de tus sueños se te hubiese ocurrido; no sé cómo lo logra; creo que no me equivoco mucho si digo, se parece a la mujer que amas o a la que  a fuerza  de amar  odias; si, es como cualquiera de las dos, una, la que te hace positivo, romántico y esperanzado, y otra, la que te hace rabiar, sufrir, odiar y renegar de todo, pero que de todas formas a pesar de odiarla con todas tus fuerzas, la amas con la misma intensidad, así es ella, así es “La Musa”.




Karlo Passionatto

miércoles, 27 de agosto de 2014

Creer

Creerse ser o creerse no ser; ser lo que creen eres o no ser lo que creen no eres; eres como te ven o eres como crees ser; sabes cómo te ven y como no te ven? Lo sabes o crees saberlo?

Karlo Duthozzo.

El Amor es para Siempre?

Se pregunta usted con frecuencia, si el amor es para siempre y quiere responderse usted mismo a esa sesuda pregunta? haga lo siguiente: Mire bien a su pareja, se dará cuenta que esta hermosa, bella, atractiva y si puede además, échele una mirada a plena desnudez, ni que decir por supuesto, un cuerpo bello, bien formado, todos sus divinos juguetes en su sitio lo que  le provoca y le excita; bien, después váyase el sábado al supermercado y mire con cuidado las parejas que hacen la compra, mire a la señora en sudadera rosada, con chanclas, el pelo recogido, con cara de limón a medio exprimir, escúchela discutiendo y regañando a uno de los niños porque coge todo y rompe los frascos de mermelada, al otro porque se ha meado en el pantalón y grita que se va a cagar, y como le echa la culpa al marido de todo, además, porque no obligo al niño a cagar antes de salir de casa y no controlar al hiperquinetico, como es su obligación; ya no le recomiendo que imagine  ver desnuda a la señora de la sudadera, porque seguro que si lo hago, hasta me insulta, pero, si por su cuenta lo hace, vera que ya no es lo mismo que hace solo cinco años seguro, su cuerpo que otrora fue como el de su bella pareja ya no provoca otra cosa que salir corriendo; esos hermosos juguetes de antaño se han convertido en trastos rotos desperdigados por todas partes y dejados para el resto de la vida en los lugares menos indicados, con tendencia a empeorar, por supuesto; pues ya ha visto demasiado y es el momento de responderse la pregunta; si las últimas escenas le entusiasman y las encuentra románticas, adelante y mucha suerte, pero si no le gustan y por casualidad ya tiene planeada su boda, deshaga el compromiso, devuelva los regalos con una disculpa, pague la penalización al restaurante y piérdase, no se le ocurra mirar atrás, emigre al país más lejano del mundo y por ningún motivo allí donde llegue vuelva a empezar con lo mismo.

Popayán, 1 de junio de 2012, año del fin del mundo, alabado sea Dios.

Carlo Malozzo


IMPROVISA CON PASTAS, AJO Y ACEITE DE OLIVA.

Estas lo más de tranquilo echado en tu cama a las 11:30 de la mañana del domingo, sin ánimo de hacer ni el desayuno, porque tienes la resaca de la salida de anoche, a la cual no invitaste a tu novia, porque como le dijiste, sería  una reunión de amigotes para ver un partido de fútbol,  que termino siendo todo menos eso,  pues  unas amigas del dueño del apartamento, “apasionadas” del fútbol cayeron a ver el partido y eso se convirtió en una celebración que duro tres veces más, de lo que tardo la selección, en perder por  5 a 0; y estando con esos recuerdos, de  repente suena  el timbre  del  interfono, y tú, claro, no lo quieres contestar, sobre todo porque no esperas a nadie  y crees que se equivocaron de apartamento, pero cuando insisten e insisten, empiezas a sospechar que es para ti, pero al fin decides hacerte el güevón en el preciso momento en que suena el celular y respondes y escuchas, hola mi amor, te estoy llamado por el citofono y no me responde, QUE PASA?    Ayayai,  te llego la novia sin avisar, seguro  a comprobar, en que acabo lo  del partido y si trajiste a alguna “asquerosa”  para que te consolara, porque la selección perdió de esa manera tan descarada y deshonrosa, pero como tú no eres tan tonto como para traer las pruebas del delito a la casa, respondes tranquilo, no, no pasa nada mi amor, es que estaba dormido y no escuche, pero ya te abro, espera un momentico me pongo algo, saltas de la cama, recoges toda la ropa que tenías puesta anoche, que en medio de la borrachera fuiste dejando desde la entrada del apartamento hasta el pie de la cama, corres al baño a lavarte pies y manos de carrera intentando  quitarte ese asqueroso olor a condón, te enjuagas la boca con Listerine, tragas unos bocados de H2O y bajas a abrirle a tu amada; hola mi amor, te dice ella con cara de sospecha, porque me has hecho esperar tanto, es que tienes algo que escondes o que , tu poniendo esa cara de cordero degollado, que no te la crees ni tú, le respondes, pero que voy a esconder mi amor,  sube, ya te dije que no escuche el citofono, ven para que veas, ella no espera que insistas cuando ya está dentro del apartamento, tú  le dices sigue mi amor, espera un momento entro al baño, cierras bien la puerta del baño y recorres con tu nariz todo lo que puedes de tu cuerpo,  intentas borrar la más mínima pruebe de tus desmanes, mientras tanto ella recorre el apartamento a la velocidad del rayo, mira si hay vasos o cubiertos usados en alguna lugar, entra a la cocina a ver que se ha preparado, sin hay desorden o no, y si las cosas están en el mismo sitio en el que quedaron anoche antes de  salir, tú al partido e hipotéticamente ella para su casa; una vez comprueba que todo este como ella no lo esperaba , corre a la habitación, la revisa palmo a palmo, toca el suelo para  comprobar si hay cabellos diferentes a los de ella, huele la cama y  abre el cajón de la mesa de noche, saca la caja de los condones y los cuenta, nada, están completos y por eso te recibe con una sonrisa cuando tu entras a la habitación; y como te fue mi amor, hasta que horas les duro, te pregunta, tu sabes que hasta las seis de la mañana, pero le respondes, pues mi amor, no mire el reloj cuando llegue, pero no era muy tarde, ya sabes, como perdimos, ni ánimos para nada, me vine a dormir temprano, y ella hay sí, que ridículos perder de esa manera, me entere esta mañana, porque  llegue a casa cansadísima  y me quede profunda, profunda?????, le pregunta  el subconsciente y ella como si nada; hay mi amor tengo una hambre, te dice, y tu pues yo también porque no  he desayunado siquiera, y ella, si ya me di cuenta,  y como lo sabe le preguntas,  ella se ha olvidado, por eleva, delatar la inspección, pero como ellas  son recursivas,  te responde, es que entre a tomar agua   a la cocina y vi que no has hecho nada, y tú, si, es que  tenía pereza, pero ya es hora del almuerzo te dice ella y tú si claro, pues ven preparemos algo, vamos a la cocina a ver que hay; llegas a la cocina, empiezas a mirar que hay,  y carajo, solo hay un paquete de espaguetis  y una cabeza de ajos, agravado con el hecho de que toda la plata te la tiraste anoche pidiendo por teléfono todo lo que se le ocurriera a la viejas que cayeron al partido, para impresionarlas  y sacarles partido, nunca mejor dicho; y como  no puedes invitarla a restaurante ni pedir a domicilio, pues tienes que improvisar, porque si no, te pillan, ya la conoces,  ella sabe  que anoche te quedaba plata; pues  en ese momento es que te va a hacer falta esta receta, así es que mucha atención que te la voy a contar: pones a hacer los espaguetis en agua y sal, mientras, pelas toda la cabeza de ajos y la picas en cuadraditos diminutos, los cuadraditos no hace falta que sean de la misma medida, intenta nada más que sean parejos, pones una buena cantidad de aceite de oliva  en una cazuela  a fuego bajo y hechas todo los ajos picados, agregas sal gruesa, pimienta y sal al gusto, pilas con dejar quemar el ajo porque la cagas, recuerda que   tanto el aceite de oliva, como los ajos se queman  muy rápido y si eso pasa, se estropean los sabores, revuelve continuamente hasta ver  que los ajos doran un poquitín, escurre los espaguetis, después de cocidos correctamente claro, al dente, no al mazacote;  viértelos en la cazuela, mezclas bien todo y allí tiene tú salvación, pastas sencillas pero con un sabor el hijueputa de bueno; parte en rodajas finas esa baguette que te sobro de ayer, ponlas  en la lata del horno y dale 5 minutos de calor, si quiere puedes echarle a cada una, aceite de oliva, un poquito de ajo y sal, cuando las saque tendrá unos riquísimos calados al ajo, para acompañar la pasta. Allí tienes, te salve la vida, agradece,  y si a tu novia no le gustaron, te  jodiste, recomiéndele que las venga a probarlas conmigo y veras; si le gustaron, de todas maneras que te sirvan  también a ti para recuperarte, porque en cosa de una hora ella querrá que le eche un polvo para comprobar si tiene fuerzas, o las gastaste  anoche en algún partido.


Salud

Karlo Zavrosso