Debe
ser poco comprensible para quien nunca la ha conocido, no sabe cómo es, no han
sentido su presencia o disfrutado de su imponencia, grandeza y majestuosidad,
aun cuando mucho hayan escuchado de ella, por eso, voy a intentar a mi manera,
describirla, o al menos dar mi impresión, aun a riesgo de equivocarme
frente a la opinión de otros, que podría ser, la conociesen mejor; para
mí, es voluntariosa, llega y se va a su manera, aparece en el momento en que
menos la esperas y se marcha cuando menos lo deseas; cuando llega no te da
tiempo de nada, quiere tu atención inmediata, sin dar tregua siquiera
para una segunda respiración; te cae en cualquier lugar, incluso en el lugar
equivocado o en el menos indicado; por eso mismo, debes
acostúmbrate a estar siempre preparado, porque si no, y no adquieres la
costumbre de estarlo, pierdes, pues se te escapa la oportunidad de tenerla un
tiempo a tu lado, disfrutar y aprovecharte de sus encantos; debes estar además
sin condición, dispuesto a hacer lo que ella desea que hagas, en el
momento en que lo quiere, de lo contrario, se da la vuelta y sin mírate siquiera,
se va, con la tan mala fortuna, que puede pasar mucho tiempo antes
de volver a verla sonreír nuevamente a tu lado; es demasiado
sensibles, rencorosa y como si eso fuese poco, es también celosa como la que
más; te hace pagar caro el más mínimo descuido; en cambio cuando aprendes a no
sorprenderte, a estar listo y disponible para sus caprichos en cada instante
que vives, su llegada es dulce, , alegre, apacible y a la vez, enérgica,
violenta y estimulante; todo te parece posible y fácil, sigues sus sutiles
sugerencias y todo va tomando forma como ni siquiera en el mejor de tus sueños
se te hubiese ocurrido; no sé cómo lo logra; creo que no me equivoco mucho si
digo, se parece a la mujer que amas o a la que a fuerza de
amar odias; si, es como cualquiera de las dos, una, la que te hace
positivo, romántico y esperanzado, y otra, la que te hace rabiar, sufrir, odiar
y renegar de todo, pero que de todas formas a pesar de odiarla con todas tus
fuerzas, la amas con la misma intensidad, así es ella, así es “La Musa”.
Karlo
Passionatto
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