martes, 30 de septiembre de 2014

El INTENTO, EPILOGO.

Con la seguridad de la luz del día y después de haber pasado, literal en vela, el resto de la madrugada sin que la policía hiciera acto de presencia, baje al lobby del edificio para verificar en qué estado había quedo la puerta de entrada y el apartamento por donde accedieron los cacos; la puerta principal, entera, sin un rasguño y tal como permanece en las noches, con doble pasador, nada extraño,  por qué? llegue a pensar incluso que fue un sueño o que ya estaba yo loco de remate, que  imaginaba cosas extrañas; salí a la calle, mire a todo lado, llegaba a esa hora el vigilante del edificio  contiguo, me acerque a él y le comente un poco la historia, le pedí que me contara si veía movimientos raros y me devolví hacia la entrada de mi edificio y es cuando me doy cuenta que la reja de uno de los ventanales del apartamento vacío estaba desprendida de su marco; llamo a la policía, les pregunto por qué no se envió la patrulla a la hora que  llame las 04:00 y por supuesto no sabían de que hablaba, otra vez a explicarle y pedirles que me enviaran una patrulla, una vez llega,  entramos al apartamento, comprobamos  el modus operandi; los agentes preguntaron si me habían robado algo y como no pues que no hay denuncia, consejos van y viene; total, no estoy totalmente loco, no fue mi imaginación;  ya se tomaron las medidas de seguridad, pero de todas formas, mi arma de defensa personal, el bate de madera, ni por las curvas; no sé, qué pensar.

Charlie Phantomas

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