En aquellos
día en que el acumulado del Baloto(Lotería) estaba en algo así como en cien
millones de pesos, allí donde uno entrababa se escuchaba las elucubraciones
sobre la manera en cómo y qué harían cada uno si tenían la buena suerte de ganárselo; para todos los gustos encontraba uno
intenciones, pero en orden por mayoría
estaba la familia, dicho sea de otra forma, la familia de cada uno sería la
primera en la reparticiña, y de allí en adelante las opciones eran infinitas:
los niños desprotegidos o huérfanos, las madres solteras desamparadas, los
indigentes, los estudiantes aventajados con recursos exiguos, los nuevos
profesionales que no consiguen trabajo después de años de haber obtenido el
titulo, los emprendedores pobres, los abuelitos sin recursos y así hasta el infinito, por lo que no las
enumero a todas so pena de quedarme
sin megabytes si lo hiciera, pero si
puedo asegurar, por lo que escuche, que
todos, exceptuando unas solas no estaba
incluidas, no iban a tener su oportunidad;
esto claro que me pareció injustísimo con las excluidas, pues
nadie se acordó de ellas, pobres pensé
yo, con sus largas noches de soledad, sus insatisfacciones, sus mil y una
frustración, sus complejos, rechazadas en sinnúmero de ocasiones, burladas desde
niñas en el colegio, propietarias de mil y un
remoquete; las pobres son en realidad las más sufridas de todos los
desvalidos, según mi modesto parecer, tanto, que incluso en esta oportunidad
tampoco nadie pensó en ellas ni siquiera
tangencialmente y fue por eso que yo decidí que en
mi lista serian las primeras y tal vez
las únicas que obtendrían todas las oportunidades a cuenta de mi suerte,
si fuese el ganador del gran premio de lotería; claro, seguramente no podre
solucionar a todas su problema, pero eso si, toda aquella con quien me cruce
por el camino será agraciada con mi apoyo, para que pueda cambiar
definitivamente su vida y así puedan pasar de ser una fracasadas sobre todo en
el amor, a ser las más amadas o por lo menos la mas apetecidas, porque esas
gigantescas y desproporcionadas narices fuelles de herrería antigua, esas orejas voladoras , esos mentones
inexistentes o tormentosamente
alargados, esas tetas de tamaño de un huevo frito, esos culos cóncavos y esas
barrigas convexas, dejaran de existir, porque el producto de mi suerte será
invertida casi en su totalidad en ellas, las feas, en las que nadie piensa o ha
pensado, siendo en realidad las más olvidadas y en mucho las más desprotegidas, excepto por mí, por supuesto; eso sí, habrá una única condición además de ser feas para ser
sujetas de mi generosidad y esa será que yo sea quien decida qué es lo que
deben cambiarse para ser bellas, sobre todo
porque de esto ya tengo experiencia probada , y puedo contar que en un caso la
dama sigue disfrutando de su belleza, eligiendo, desde que se convirtió en bella,
con quien quiere o no salir y hacer lo que le plazca, y la segunda, pues quedo bellísima, pero que desafortunadamente no se puede ni siquiera
decir en este caso que se perdió la plática porque es otro el que la disfruta, no, simplemente esa platica se perdió en un globo de grasa que
fue en lo que se convirtió al poco de haber logrado su total belleza, asunto
este, alejado totalmente de mi responsabilidad cosa que me produce
tranquilidad, por lo que solo espero, que en un futuro que espero lejano,
cuando ya esté yo bajo tres capas de tierra , mi lapida rece : “Aquí descansa
más que tranquilamente, Carlo Malozzo,
el único que se acordó de la feas” así
es que mis feas queridas, a hacer fuerza y buenas energías para que me gane el
siguiente acumulado y así algún día podrán saborear los réditos de la belleza
física.
6 de
Noviembre de 2012, año del fin del mundo, alabado sea Dios.
Carlo Malozzo
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