sábado, 6 de septiembre de 2014

LA NOCHE QUE CASI ME LLEVA EL PUTAS, PERO AL FIN SOLO ME LLEVO UN MOTORATÓN.

Me pareció extraño que a esa hora todavía me ofrecieran servicio de mototaxi pero yo con la paranoia de los atracos lo primero que pensé fue, a esta hora es sospechoso, pero el man tenía como cara de yo no fui o sea como de necesitado de completar el día; me dice pa omde va vecino, venga que lo llevo por mil a donde vaya, yo uf pues y era temprano como las once, pero la prendida (borrachera) que me acompañaba era ya como de las dos de la mañana pues habíamos empezado temprano, a eso de las cinco treinta ya nos habíamos  montando en la primera  de vino y, a las diez de la noche ya habíamos acabado como con seis de las mismas y una de sin azúcar (aguardiente) y claro martes de zapatero, pero al fin martes, todo el mundo empezó a abrirse hasta quedar solos con mi parcera (amiga, sin ningún lío de más)..o sea parcera, parcera, como quien dice allí si nada de nada y yo le digo y qué, ahora qué marica? bueno yo le digo marica porque uno mezclado con gente joven y con sus maneras de hablar, pues se le va pegando a uno la forma del trato; que hacemos y ella me dice pues yo tengo una hambre la verraca, pues yo también le dije, pero solo me queda para otra media de sin azúcar o para chuleta de pobre… y mi parcera dice pues este martes no aguanta más, esto está ya muy apagao y no hay donde meterse otro rato y con esta lluvia ni en el parque, ya no quiero seguir me dice, entonces digo yo, pues toco chuleta de pobre, entonces, pues chuleta de pobre dice ella y arrancamos a caminar pa chuleta de pobre, por la acera y tratando de no mojarnos mucho, hágale pala Esmeralda o el Cadillal, si creo que es Cadillal, y hable y hable, creo que intentando solucionar los conflictos de parejas, ese día el tema fue de las relaciones, y mi parcera que sí, que yo pienso que si, por tal cosa, y que no por tal otra y yo pues que sí, pero que no y que tal vez tampoco, sino que sin embargo puede ser, que en unas ocasiones sí, pero que al fin ni sí, ni no, sino todo lo contrario como siempre, total la charla pa lo único que sirvió fue pa hacer que pareciera más corto el camino y nada más; entramos en ese chochal de restaurante y claro que a la orden, mire que aquí hay una mesa y espere se la limpio y que gracias y de una chuleta o tamal o chuleta con tamal, y mi parcera siempre tan curiosa pregunta y cuánto vale con tamal y sin tamal y cuanto la gaseosa y después de oír los precios, abre su cartera de mano, de donde como siempre saca: teléfono, encendedor, llaves, un cigarrillo más torcido que policía de tráfico y por allá en el fondo tan arrugados como sobre-sabanas de motel, dos mil infelices pesos, tres monedas de doscientos, una de cien y una de cincuenta, me mira directamente a la yugular y con toda la seriedad  que la caracteriza, me dice: pues a mí no me alcanza, te toco prestarme y yo pues vale pasáme esos dos mil que yo pongo el resto, y dale, pues tráiganos dos chuletas; con que viene pregunto yo y la gorda me dice, con toda la confianza, pues solo con papa mono, y yo pienso que lo de mono tiene que ser como lo de los tomates que hay de ensalada y de árbol y yo me digo pues debe ser que yo soy mono de árbol, porque tengo el pelo más negro que mi alma condenada por anticipado, aparte de  las dos o tres canas que cada mañana me joden cuando me estoy peinado y que  escondo y escondo, mientras las muy cabronas se salen siempre, llevándome la contraria; bueno, mientras yo pensaba todo eso mi parcera dice, nooooo, yo tengo mucha hambre, yo quiero con tamal y  me  pregunta, te alcanza? y ya metido en gasto, a restearme me  digo  y decido gastarme lo del taxi y subirme  caminando hasta mi casa; le digo pues dale, quehijueputa.com y eso que una chuleta con tamal y una sin tamal y mi parcera me dice, pero yo no te voy a dar de mi tamal porque tengo mucha hambre, pedí el tuyo, y yo no pues tenés que dejarme probar y ella que no y yo que sí, pero como yo la conozco pues al fin me ofrece que pruebe o sea que le dije, vale,  y en eso ya estaba las chuletas en la mesa, unas suelas de zapato  re-negras por el aceite rehusado  donde las fritan, supongo,  acompañada de una papa con cascara mal lavada, pero pues con la prendida y el hambre, al primer bocado allí esta,  caviar irani, claro, dije en voz alta, en el mismo aceite fritan las de pescado, por y tanto la chuleta de cerdo con sabor a mar, puta, que le vamos a hacer ya estaba el primer mordisco dado, ni modo de arrepentirse. No habíamos arrancado con el segundo bocado, cuando va entrando una culona de grandes  tetas en minifalda, buenísima, yo apenar la mire, porque detrás venia una fea y pegado un flaco pequeñito, con cara de no me la mires porque yo soy el  pagalotodo y es mía, y yo directo, me hice valientemente el güevón y clave mirada en mi delicioso caviar; pero  a nuestro lado estabas sentados tres manes, y como eran tres seguro que pensaron que eso los protegía de cualquier espanto trasnochado y más de ese pobre flaco pagalotodo, y el negro, porque uno era negro, el más aletoso, eche las miradas y coquetéele a la culona, que se sentó, con todo su séquito, en una mesa que quedaba justo al lado opuesto de donde estaban los manes coquetos y en medio nosotros;  aaaa. pues  se armo porque la culona también le  coqueteo al negro, como buena  novia de traqueteo, y claro se para el chiquitín flaco  pagalotodo y qué, qué te pasa negro hijuputa, que respeta y que ponéla como queras y que no se qué, y que le han dicho al negro, pues se pone de pie y uno noventa el puto negro, no pues abra pensado, a ese moco lo aplasto con un dedo, y se va para donde está el flaco mientras los otros dos, que sí, que hijueputa, que qué querés; y toma; se para el pagalotodo y saca una veintidós automática; bueno esas son con unas balas que les dicen balau, me parece, creo que solo hacen cosquillas a no ser que te la disparen a quemarropa y en la sien o en el corazón, pero que yo sepa no son tan letales y como mucho te dejan  muerto de gravedad; pues el flacucho pálido y furioso, que venite paca negro hijueputa y veras como te arreglo, y mooonta esa mierda y apunta al negro, claro el negro, los amigos y todos quietos como estatuas, el negro rucio y solo atinaba  a decir a que así que, que,  que dale a ver si podes, pero ya no tan valiente; mi parcera verde cañaduzal con los ojos brotados, dejo esa chuleta con tamal de guarnición y arranco agachada para la calle, y yo si no dije,  yo no me voy a poner a correr a una veintidós, que empiece la fiesta me dije, me importa un culo si me matan, total ya he vivido lo que he querido, o sea, que sea lo que sea y nada, clave mirada en mi suela de zapato o sea la chuleta o cavias o lo que fuera y seguí en la mía, miraba de vez en cuando a los del negro y al pagalotodo, a la culona y la fea que habían entrado a terciar y que venga que no haga eso, le decían al flaco, que baje esa pistola, que no sea estúpido y no sé qué más y yo dale a mi caviar y de pronto miro hacia la puerta  y los saltones ojos de mi parcera asomados y llamándome para que saliera y   yo, a, que no y ella sí, insista  con la mano, al fin, me dije, espero que no empiece a disparar cuando me levante para salir, porque que dolor de hígado; al fin me convenció y deje mi chuleta en medio de la mesa grasienta, y salí; no paso un minuto cuando alguien dijo, ya llamaron a la policía, y escucha el fleco eso y sale con cara de ya regreso por vos negro hijueputa;  la culona y la fea detrás regañándolo y con la misma hambre con que llegaron se metieron en  el campero y se largaron; pasado el susto regresamos y nos sentamos a finiquitar nuestra chuleta, con todo eso ya estaba fría, ya no sabía a caviar, si no a bacalao salado y crudo, y yo que hijueputa comámonos esa mierda y le doy a la papa cuando entran los polis y ya claro todo el mundo contándoles que había pasado y  habrá pensado el tombo, creo yo, ese con cara de hijuepuda, ese debe ser el de la pistola y se me viene el tombo directo con cara de te jodiste, yo claro me quede con la papa a medio morder, me  iba a pegar,,,,, el primer grito cuando alguien dijo ya se fueron, se subieron en un campero y se fueron y el tombo me mira como diciendo no puede ser porque con esa  cara de hijueputa,  tenes que se vos, y al fin desilusionado se alejó pero incrédulo creo yo, pues seguía mirándome con sospecha; no pues casi me matan con balau y además me echan la culpa a mi pues, pensé,  y eso solo por tener cara de Malozzo. Pasmada la rasca y el hambre, págue y vámonos; arrancamos otra vez caminando Cadillal arriba,  primero a acompañar  a mi parcela a la casa que queda en el otro extremo y después hágale a la pata hasta Santa Clara, con mil de balance general en el bolsillo. Claro el tema de conversación había cambiado, que relaciones ni que mierda, todo quedo en que casi nos matan y con esa perspectiva que va estar hablando uno de una cosa tan banal como las relaciones de pareja y sus traumas, nada empezamos a elucubrar sobre quienes habría ido a nuestro entierro al día siguiente y cogimos la lista que empezó como con dos mil personas y al fin del cuentas contamos tan solo como con veinte cada uno,  y no que tristeza, mejor no morirse, pa que nadie le vaya al entierro a uno, nooooooo, dejémoslo así.

Pues con todos esos traumas fue que deje a mi parcera en su casa y salgo a la tercena, donde me ofrecen el servicio de mototaxi y después de la sospecha y todo me dije, si fuera mi último día ya hubo oportunidad, San Pedro no habría desaprovechado lo del flacucho y su pistola para abrirme las puertas del cielo hoy, que carajo, comprobé que tuviera los mil y me subí, me puse el casco sosteniéndolo encima del pelo para no contaminarme con seborrea y hágale. Y yo de amigable, y qué mucho trabajo? y el motoratón pues no mucho, y es que hoy con la lluvia no he completado ni siquiera lo de darle al dueño de la moto, y yo cómo???, es que la moto no es tuya, no que va me dice el man, esta me la alquilan, y cuanto tienes que pagar, le pregunto, no me acuerdo bien pero creo que me dijo que siete mil diarios, poner la gasolina y pagar los daños y las multas; y me sigue contando, pero al menos se saca algo, mañana por ejemplo tengo que mandar a mi hija al colegio con diez mil pa no sé qué cosa y con lo suyo completo apenas nueve, y yo aaaa,  ni modo de decirle que le presto los otros mil porque mi parce se lo consumió todo en caviar con tamal; así y todo con mi buen corazón el man empieza a acelera y a coger por una vía que no tenía  nada que ver con el camino a mi casa y yo a jueputa me salve de una automática, de morir envenenado y este motoratón  me va a obligar a financiarle lo de la niña atracándome, quitándome el teléfono celular de pedal que llevo, además de que seguro me va a dejar tirado en el culo del mundo a cinco o seis kilómetros de mi casa, o  hasta me mata de rabia cuando vea que mi celular no vale más de cinco mil en el mercado negro;  yo claro me dije, si me tiro  al menos quedo herido cerca de casa, pero que va el man ya me llevaba como a ochenta por hora y a esa velocidad se tira uno y tiene tan mala suerte que se queda muerto uno sin nada que decir, nooo, me arriesgue y le dije oí parcero, que te he dicho por Santa Clara, por bananos o es que no me entendiste.. y el man no caballero lo que pasa es que por la autopista hay reten y están quitando motos a los motoratónes; y yo aaa, que alivio, otra de la que me salvo. Llegamos a mi casa le pago y ala al baño directo a devolver el caviar……noche perdía, rasca pasmada por el pistolero, hambre sin satisfacer porque devolví la chuleta refrita y sin un puto peso para el desayuno, y lo peor  fue que  no solucionamos nada  sobre  el tema de las relaciones de pareja y sus traumas, que siguen igual que antes y si solución…a dormir mejor que mañana es miércoles, vísperas de juernes y hay que celebrarlo, claro.

Nota: se usan acentos coloquiales.

Popaýan, abril de 2012.



CARLO MALOSSO

No hay comentarios.:

Publicar un comentario