jueves, 11 de septiembre de 2014

QUE COSAS TAN FEAS

Que  lindos ojos tienes, me gusta tú nariz, que labios…..esto es lo que frecuentemente se dicen unos a otros para halagarse; pero hay un órgano que nunca inspira ningún tipo de alabanza, piropo, halago o lisonja, porque es el más feo de los órganos externos visibles jamás  inventado, al contrario, sirve para que el pesado de turno, te ponga, apodos, sobrenombres o remoquetes; por su causa, te pueden llamar, Dumbo, parabólica, extraterrestre, oreja e´burro, jarrón, orejón, conejo, Sr. Spock y otros más; Las orejas, no tienen diseño, son absolutamente feas; si las hizo el creador seguro fue en el último momento, porque se nota una total y descarada improvisación; hay orejas que se parecen a un caracol de mar, otras a caracol de tierra, a antenas parabólicas, a platillos voladores, a plasta de vaca, a bollos viejos de perro, a concha de ostras; tienen toda clase de parecidos, pero ni uno solo que entrañe belleza; será por eso que las mujeres y algunos hombres las disimulan desviando la atención hacia   accesorios como, pendientes, topos o aros, entre otros o cubriéndoselas con  largas melenas, en el peor de los casos; definitivamente no hay manera de encontrarles ninguna gracia, por mucho que se la busques; los invito de todas formas a que recorran las calles del mundo y encuentren unas orejas bonitas, puede resultarles un paseo muy interesante pero estoy seguro que no  encontraran ni media digna de encomio; para empeorar las cosas además, son de los pocos órganos del cuerpo que crecen y crecen hasta el último día de nuestra vida, denotando su fea figura, cada vez más, con cada año que pasa; en este caso el creador, pienso que,  también que se equivocó, o estaba trasnochado cuando lo decidió; disponer  que algún órgano creciera durante toda la vida,  es acertado, sin embargo, en lo que  no dio en el clavo, fue en la elección del  órganos que gozaría de esta ventaja, porque seguro que no me equivoco si afirmo que a la mayoría de las mujeres, por ejemplo, les gustaría que sus órganos  crecientes, fuesen  las tetas y digo crecientes, no cayentes, y a muchos hombres seguro les interesaría que el órgano que se acrecentara con los años, fuese el pene, así  podrían, al menos  de mayores, deshacerse de su complejo de polla chiquita. En fin, las pobres orejas son feas, crecen toda la vida y no hay solución; dejémoslas pues que sigan su feo trasegar por este mundo, pero si les recomiendo, que intenten no mirar las de su pareja, porque con solo mirárselas, seguro que se les antojara, desenamorarse; pero si lo que quiere es eso, desenamorarse, pues  concentrarse en éstas, cada día que le ve, y vera como lo logra; y si no, imagínese también a su pareja, cagando, es más o menos lo mismo.



Carlo Malosso

No hay comentarios.:

Publicar un comentario