Las
mujeres celosas siempre están buscando algo que alimente sus celos, una
especie de masoquismo; les gusta discutir por celos, te arman un conflicto por
la más mínima sospecha y en general no creen en explicaciones, llegando
incluso muchas veces a hacerlo solo para someterle a prueba a ver si cae
de mentira a verdad, por eso, es mejor tomar las medidas necesarias para que
nunca encuentren el más mínimo motivo de sospecha y aun cuando usted sea
el hombre más fiel del mundo, tómelas de todas maneras, porque es tan
importante o más, parecerlo que serlo, con el agravante de que
si es usted además atractivo, tiene éxito con las
mujeres y allí donde va, siempre hay una mujer que lo mira o se le echa encima,
aun cuando usted no haya incurrido en el más mínimo acto de
provocación, tendrá que redoblar esfuerzos en demostrar a su
pareja, novia o amante que es totalmente de fiar y así evitara un
intento siquiera de sospecha; va usted, por ejemplo, con su amada por la calle
y en el camino se encuentra con una amiga que ella no conoce y que
para su desgracia es guapa, pues ojo, si la lleva de la mano o abrazada,
no se le ocurra soltarla tan de prisa, salude primero y presente a su
novia, como su novia inmediatamente después del saludo, haga notar que hace
mucho que no se ven con ella, con la amiga, o que no lo hacen con
demasiada frecuencia, pregúntale enseguida por su novio o marido, aun cuando
sepas que no lo tiene, deja que tu guapa amiga lo aclara, así además, se
asegura, que se note que estas usted poco enterado de su vida, no se intereses
demasiado en su vida y no se le ocurra al despedirte quedar para verse o
frecuentarse más; mientras esta en todo esto, no olvide tener algún
detalle de cariño con su pareja, como mirarla a los ojos tiernamente, apretarla
un poco o acariciarle la mano, eso le da seguridad y poder frente a su guapa
amiga; no se le ocurra seguir a su amiga con la mirada cuando esta se va,
porque su amada estará pendiente de sus ojos y si lo hace, la cago, todo los
esfuerzos que ha hecho hasta ese momento, se fueron por la alcantarilla; las
más avezadas en la ciencia de los celos, le preguntaran: te gusta o has tenido
algo con ella? responda que no, sin demasiada ni poca contundencia, los
extremos son sospechosos, y responda que no, no obstante si lo hubiese tenido y
mucho menos decirle que en algún momento le gusto pero que ya no, cochina
mentira que no le creerán; las menos avezadas lo anotaran en la lista de
reclamos para la próxima pelea; de todas maneras, le dirán en tono pregunta,
que linda no? A lo que con sencillez responda que si, no se le ocurra decir que
a usted no parece tan guapa, pensara que está mintiendo por algún motivo y
entrara en sospechas; ahora siguen caminando por la calle porque van a su
apartamento; en esa caminata no mire a las mujeres que le llame la atención, a
no ser que usted, lleve una gigantes gafas de sol, porque a ésta altura de la
relación, ella ya sabe sus preferencias femeninas y cada que se crucen
con alguna de estas ella, su pareja se buscara la manera de ver si usted
está mirando o no, y si lo han sorprendido, ya tiene la pelea de la tarde,
porque aunque no parezca, ella ya trae la cabeza caliente por el encuentro con
la amiga guapa, encuentro que seguro usted ya ha olvidado; vamos a suponer
que el paseo sigue sin contratiempos y llegan a su apartamento, entran, y ella
le dice: mi amor se me olvido que compráramos,,,,, un artículo o bebida o lo
que sea que usted habitualmente no compra; por supuesto usted
se ofrecerá para ir a la tienda del vecino a comprarlo, y ella ha conseguido
que usted se largara con el objeto de aprovechar y realizar la obligada
inspección; cuando usted sale, ella va al baño, mira la ducha, para cerciorarse
si hay cabellos diferentes a los de ella o los suyos, revisara el consumo de el
champú y el acondicionador que ella mantiene en su apartamento para cuando se
tiene que duchar allí, mirara si hay cualesquier accesorio, porque todas
mujeres dejan en su apartamento, impajaritablemente, algo, lo que sea, un
resorte para el cabello, uno de sus diminutos pendientes y las más
aventureras olvida los brasieres o las bragas; revisara si en la papelera
hay toallas o pañitos húmedos, y ya sabes, el papel por si hay alguno que haya
sido usado por una mujer, pues ellas usan el doble que uno; una vez
terminada la inspección en el baño, pasara a la cocina donde mirara que
utensilios y cubiertos ha usado, cuales están sucios y cuales lavados, si pone
lo lavado en un escurridor y usted vive solo, vale más que tenga limpios
solo los que usted usa, si ha utilizado más, asegúrese de guardarlos en el
armario después de sacarlos; inmediatamente después irá a la habitación, revisara el suelo y mirara si hay cabellos que no sean de ellas, (ellas
inventaron este método para la investigación forense), abrirá la mesa de noche
y contara los condones que quedaron la última vez que estuvo allí, mirar debajo
de la cama y más, esto claro lo habrá hecho en los escasos cinco minutos que ha
tardado usted en ir a comprar; cuando llega, ella estará recostada
sobre la cama con la televisión encendida, lo más de tranquila, si ha
encontrado alguna irregularidad, le preguntara de forma indirecta, pero de tal
manera que harán que lleguen al punto que le interesa, y si
usted no tiene una explicación satisfactoria, le hacen la pelea de una
vez, o lo anotara también en la lista de reclamos para la próxima pelea; si
ella, es de las vengativas, saldrán de su apartamento diciendo: hay no, me voy,
se me ha hecho tarde y correrá a llamar a un amigo para ir a tirar y así se sentirá
que ha empatado; bueno pues ya sabe lo que tiene que saber, entonces, recuerde
que soldado avisado no muere en guerra y que hombre prevenido vale por dos.
Salud
Carlo Malosso
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