viernes, 26 de septiembre de 2014

LA FANTASMA Y YO

Primer Día.


Empiezo a sospechar que el fantasma con quien comparto mi nuevo apartamento, es mujer, le gusto, y es celosa como todas las mujeres con quien he tenido el placer de convivir en alguna época de mi vida; anoche mismo en medio de una cena con una bella mujer, de repente, plof, un ruido en la cocina, me pongo de pie  extrañado y  voy a la cocina a ver qué había pasado, y o sorpresa,  la jarra donde caliento el agua para el café, en el suelo, no  me quedo duda,  fue la fantasma celosa quien tiro la jarra, porque no había manera de que la jarra, por sus propios medios, diera con su metálica figura en el suelo; más tarde y para que no me quedara ninguna duda de su disgusto, tiro un largo palo de escoba al suelo; pero es que no es la primera vez que me hace saber de su disgusto, porque la semana pasada invite a almorzar a una ex y estando sentados a la mesa, plof, se abre la puerta de la biblioteca, incluso mi invitada dijo, uy un fantasma. Bien, en todo caso a mí no me molesta de momento compartir el apartamento con la fantasma, solo espero que sus celos no lleguen a convertirse en agresivos y vengativos, cosa que ya he sufrido con alguna de mis ex, porque en ese caso igual que en aquel caso de una de mi ex,  con todo el dolor de mi alma, tendría también que abandonarla.



Segundo Día


Mi fantasma celosa estuvo inquieta este día y ahora caigo en la cuenta porque; resulta que el fin de semana  estuvo tranquila y sin manifestarse porque  tengo  trabajo fuera de la ciudad, por lo tanto escasean las visitas femeninas, que solo vienen, cuando estoy claro, pero esta mañana invite a tomar café a una bella mujer que conocí el viernes pasado; después de una larga platica y el respectivo café, salí a  acompañarla a coger el colectivo, de regrese me  encontré cerrada, la puerta de mi habitación; pero cualquiera me diría, hombre de Dios fue el viento seguro, pero no, porque la puerta estaba atrancada con una cuña de goma o plástico y no hay manera de que ésta, la tranca,  se mueva por su cuenta y se ponga detrás de la puerta, porque allí fue donde la encontré; creo que a mi fantasma le está costando otra vez controlar los celos, afortunadamente sus protestas, ahora, las hace cuando ya mis invitadas se han ido, porque si no que susto.



Tercer Día


Me decidí  esta tarde  ponerle claro la situación a la fantasma celosa con quien comparto mi nuevo apartamento; le he dedicado media hora casi, de perorata, y le he dicho; convengo que este, es tú apartamento antes que mío, pero que le vamos a hacer ahora, ya estoy aquí,  tendremos que llegar a algunos acuerdos para que podamos vivir juntos;  piensa, le he dicho,  mi compañía al contrario de ser incomoda creo es agradable, seguro que te gusto, de lo contrario porque los celos? Cada vez que estoy en casa escucho buena música, te ofrecería vino del que tomo, pero no veo cómo te lo puedes tomar,  en adelante eso si te prometo, brindare,  contigo; te metería en la cama para follarte  toda la noche, a no ser que sea muy fea, claro,( se lo dije para saber si lo era o no, pero no musito, lo cual quiere decir que no lo es porque de lo contrario conociendo a las mujeres como las conozco, habría dado la metálica jarra del café en mi cabeza), pero no puedo porque no hay por dónde, continúe,  te convidaría a comer de lo que cocino, pero supongo que como alma bendita no comes; respecto a las mujeres que vienen a visitarme, qué pretendes? le he preguntado, que me quede solo a vivir contigo, que a duras penas  me ofreces ruidos y jarras de café en el suelo? Para eso me habría quedado con la última con la que conviví que hasta me pegaba, nooooo, yo invito aquí a quien me plazca y hago con ellas lo que ellas quieran y tú no puedes estar haciendo ruidos y tirando cosas para interrumpirnos, aguántate, porque en el supuesto caso que tú y yo, tuviésemos algo, yo  nunca sabría si tú me pones cachos con otro fantasma o si? Aaa, ves, entonces tranquila, disfruta de lo que hay y ya, santas paces, porque yo no estoy dispuesto a tener contigo una convivencia como si fueras una de carne y hueso, con  celos, mentiras y desconfianzas; tengamos una relación madura y vivimos en paz, o de lo contrario te dejo y me largo a otro apartamento y allí te quedaras otra vez sola; con eso la deje calladita, Salí del apartamento tirando la puerta para que entendiera que la cosa es en serio, solo espero que ahora que regrese no estén todas la ollas y las escobas por el suelo.


Cuarto Día




Bordeando la media noche, cansado ya de pensar en quien no debo, decidí ir a acostarme e intentar conciliar el sueño; me acosté, puse la televisión que  me sirve de arrullo para ir cogiendo sueño, siempre que no esté pensando en la mujer que pienso para no poder dormir, y  anoche justamente el arrullo no me servía de nada porque por más que intentaba pensar en cosas distintas no lo lograba, por lo que decidí, apagarla y sin su arrullo quedarme por cansancio dormido; pensando en lo mismo de pronto y ya con las luces apagadas, me encontré como acostumbro en días fríos, metido con cabeza y todo bajo la colcha, y de pronto sentí que alguien se me tiraba encima y me abrazaba fuerte, tanto que parecía que me aplastaba contra el colchón, del susto solo atine  a decir, no sé porque, está bien, está bien, como disculpándome; inmediatamente me soltó, y yo pensé, mi fantasma se está enamorando de verdad o esta disgustada por la visita,  de la  mujer, esta mañana; alague el brazo y palpe sin sacar la mano,  desde debajo de  la colcha y distinguí el cuerpo de un gato, aliviado pensando que no había sido la fantasma sino un gato que se coló en el apartamento, me pregunte por donde fue que entro el maldito gato, levante la colcha para verlo y nada, al instante me di cuenta que estaba era soñando, pues la posición que tenía en la cama no coincidía con la de la experiencia y tampoco estaba cubierto hasta la cabeza,  que alivio, todo fue un sueño, pero de todas formas quede afectado, tanto que para perder de vista mental el hecho, me concentre en pensar en la mujer que de ordinario no me deja dormir, pero que esta vez al contrario me alejo del espanto hasta quedar dormido.



Popayán, Mayo de 2012, año del fin del mundo, gracias a Dios.




Karlo Perronni.

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