martes, 9 de septiembre de 2014

Gabo, al Infierno.

Para un verdadero artista llegar al cielo a pasar el resto de la eternidad, más que un premio debe ser un castigo; a quien se le puede ocurrir que un lugar carente de fenómenos lujuriosos y provocativos, con esa blanca paz e insípida tranquilidad, con nada de qué hablar, escribir, pintar o componer  más que de ángeles asexuados, eternas y castas vírgenes, aburridos buenas personas, pueda ser un lugar donde  un verdadero artista se vea premiado; al contrario, ese debe ser un castigo reservado para los artistas mediocres y presumidos, (si a estos, se les puede llamar artistas, claro); por eso pienso que por ignorancia o sabiduría la congresista María Fernanda Cabal,  ha deseado el mejor de los destinos a Gabo; estoy seguro que allí debe estar  gozando del calor infernal de su tierra, inspirándose además  en  el boceto de su próxima obra, cuyo título será algo como “Pequeño Glosario de Cien Eternidades de Existencia en el Infierno” con la ventaja adicional que no va a tener la mala suerte de encontrársela nunca, porque seguro que ella si se irá al cielo.


Carlo Malosso



Los Verdaderos artistas, los  que nos han enriquecido con su existencia, tienen el derecho divino a sus pequeñas y cómodas veleidades; eso no los hace menos frente a sus obras y su legado.

Popayán, 1 de septiembre de 2014.


Charlie Phantomas

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